El grupo de hacktivistas Guacamaya se ha convertido en una de las mayores amenazas cibernéticas para gobiernos y corporaciones en América Latina. Su objetivo principal es exponer la corrupción, abusos de poder y daños ambientales causados por empresas transnacionales y fuerzas armadas de la región.
Principales filtraciones de Guacamaya
- Ejército de México (Sedena Leaks - 2022)
- Filtraron 6 TB de correos electrónicos del ejército mexicano, revelando casos de corrupción y abuso de derechos humanos.
- Petroecuador y otras empresas petroleras (2022-2023)
- Expusieron documentos sobre contaminación ambiental y acuerdos corruptos en la industria petrolera de Ecuador, Colombia y Venezuela.
- Fuerzas armadas de Chile, Colombia y Perú (2023)
- Divulgaron información clasificada sobre operaciones militares y acuerdos con empresas privadas.
Metodología de ataque
Guacamaya emplea técnicas avanzadas para infiltrarse en sistemas gubernamentales y corporativos. Se cree que utilizan exploits de día cero y herramientas de exfiltración masiva de datos para obtener documentos confidenciales.
A diferencia de los ciberdelincuentes tradicionales, no buscan un beneficio económico directo, sino que publican la información en plataformas abiertas, como Distributed Denial of Secrets (DDoSecrets), para que periodistas e investigadores puedan analizarla.
Impacto y reacción de los gobiernos
Las filtraciones de Guacamaya han generado crisis políticas y han obligado a varios gobiernos a reforzar sus estrategias de ciberseguridad. Sin embargo, también han expuesto la falta de protección de datos en instituciones estatales y han alimentado debates sobre transparencia y seguridad digital.